Enigma
nocturno
Solo
se trataba de una cálida noche más de verano. A lo lejos de una plazuela se
veía un local nocturno repleto, esta noche tocaba una banda de industrial
llamada “Vigilante”; tenían a todo su público alborotado, y realmente el local
estaba a reventar con gente. Justo al frente, en la plazuela, una pareja de
jóvenes se besaban. Él era alto y llevaba una tenida negra, su rostro no se
lograba visualizar debido a que la luz de un foco cercano lo impedía; Ella muy
por el contrario se veía con lujo y detalle, pues el peso de todo el foco le
quedaba en la espalda; era pelirroja y de piel bastante clara, vestía un traje
corto y repleto de lentejuelas, calzaba unas botas de taco alto, que le daban
un gran apoyo para poder quedar a la misma medida de su amante.
La
lujuria los tenía poseídos, ya que se acariciaban descontroladamente por todos
los confines disponibles, sin pensar siquiera que alguien los podía ver.
Pero
como todo lo hermoso comienza sin esperarlo, llega a su fin repentinamente… Un
vehículo se detuvo en la calle, justo al frente de ellos… Se trataba de un Mazda
negro con vidrios polarizados; de las cuatro puertas bajaron hombres armados
con metralletas UZI. ¿Qué querían? no se lograba saber, pero lo que sí estaba
claro era que las intenciones estaban enfocadas en aquella pareja, ya que los
cuatro se quedaron mirando hacia aquel punto.
El
joven se dio cuenta de estos cuatro sujetos y llevó sus manos atrás, sin dejar
de besar por un solo momento a la mujer pelirroja, luego del bolsillo trasero
de su pantalón extrajo una pistola GLOCK. Seguido de esto los hombres del vehículo
comenzaron con su asalto… Le dejaron caer una ráfaga de balas que el joven tuvo
que detener desgraciadamente con el cuerpo de su compañera; luego de dejar
tumbado en el piso el cuerpo humeante de la pelirroja se echó a correr por el
medio de la plazuela, aprovechando los árboles, arbustos, bancas y basureros,
para ocultarse. Los cuatro tipos al ver que su objetivo había escapado cargaron
nuevamente sus armas y lo comenzaron a buscar.
Se
dividieron en dos grupos, el primero que estaba compuesto por un hombre calvo y
otro negro, se fueron hacia el sur; y el segundo que estaba compuesto por un
hombre de cabello largo y otro de cabello rubio, que se fueron hacia el norte.
Como aquella plazuela era bastante pequeña el joven no tendría mucho para
ocultarse, pero al menos todos los obstáculos que allí estaban lo mantendrían
bastante alejado de las balas.
Desde
la zona sur se escucharon los primeros disparos. El sujeto calvo vio algo y
abrió fuego, pero en lo único que encajó su munición fue en un basurero que se
agitaba con una brisa cálida. Al ver esta pérdida de tiempo el negro se
adelantó y aprovechando este instante el prófugo salió a la luz… De entre unos
arbustos hizo aparecer la punta del cañón de su arma y disparó, pero no contra
ninguno de sus agresores, sino contra el foco que estaba cerca de ellos, ya que
lo podía delatar. Tras esto los dos cazadores se lanzaron sobre aquel lugar de
donde se había escuchado el disparo salir y esta vez ambos abrieron fuego… El
arbusto se sacudió con fuerzas por los repetidos y veloces impactos de balas,
pero ya era muy tarde, porque su presa ya estaba rumbo hacia otro lugar donde
ocultarse.
Un
nuevo disparo de aquella pistola se escuchó y una lluvia de trozos de cristal
se desparramaron por el piso; se trataba de otro foco más roto para mantenerse
en penumbra, y muy inteligentemente, ya que ni siquiera estaba cerca de ninguno
de sus cuatro perseguidores.
Con
gran parte del sector en penumbra, la primera bala en contra de sus enemigos se
disparó… Fue a dar directo en el hombro del hombre rubio, obligándolo a tirarse
de rodillas, con las manos ejerciendo presión en la herida. Su compañero de
cabello largo, arremetió con su carga. Cada proyectil se impactó contra los
arbustos que resguardaban la seguridad del joven.
De
un instante a otro, apareció una patrulla, seguida de cuatro furgones. Los
cinco focos superiores, destellaban, y aquellos cambios de luces rojas,
lograban penetrar entre las tinieblas que se comenzaban a presentar en aquella
plazuela. Tras esto, los hombres del Mazda ingresaron al vehículo y se
marcharon a toda velocidad.
Por
otro lado, el objetivo de los cuatro sujetos, simplemente desapareció sin dejar
rastro alguno. Quedando en el ambiente una sola pregunta ¿por qué?
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